Fuente: El Periódico Mediterráneo
La mayoría de los empleos es indefinido y el reto está en involucrar a los jóvenes en la creación de sociedades. Hay 380 entidades de este tipo y de todos los sectores, fundamentalmente del agrario, el crédito y el comercio
Las cooperativas siguen gozando de buena salud en la provincia. A día de hoy, 380 sociedades cooperativistas generan actividad económica en las ocho comarcas castellonenses, según los últimos datos de la Confederació de Cooperatives de la Comunitat Valenciana (Concoval), que aglutina a las diferentes federaciones. Su plena vigencia se percibe en que el año pasado se crearon 15 nuevas firmas en el territorio provincial. Sigue así al alza esta rama productiva, aunque la cifra global de compañías no crezca. El motivo hay que buscarlo en los procesos de fusión e integración que están siguiendo estas sociedades, algo positivo y que el Gobierno pretende impulsar ahora con la aprobación de la nueva ley de integración de cooperativas agroalimentarias (las más importantes en Castellón) que ayer miércoles aprobó el Congreso.
Quizás el dato más importante es el de los 9.759 empleos directos que siguen manteniendo estas compañías. En los últimos tiempos esta cifra ha sufrido un ligero descenso, en todo caso mucho menor del que viene padeciendo el tejido productivo en general. Además, el empleo que generan es de calidad, ya que el 83,9% es indefinido, un porcentaje que en primavera llegó al 88,3% y que está por encima del que tienen estas sociedades en la Comunitat (83,2%) y en España (76,7%).
el objetivo // En este sentido, el presidente de Concoval, Emili Villaescusa, destaca que el reto es “involucrar a los jóvenes” en esta fórmula de emprendimiento, que “conlleva menos riesgo, más participación y, por tanto, mayor probabilidad de éxito”. Según el propio Villaescusa, el cooperativismo “es la mejor respuesta al desempleo juvenil”. Actualmente, el 42,7% de los trabajadores de estas firmas en la provincia son menores de 40 años. Además, el 47,2% del total son mujeres.
El máximo dirigente de las cooperativas autonómicas destaca que esta fórmula “genera riqueza y empleo en el territorio en el que se desenvuelve”. Esta es quizás otra de las virtudes de esta fórmula empresarial, el hecho de estar vinculada directamente a un territorio. De hecho, pocos pueblos hay en la provincia sin una cooperativa agrícola o de crédito, las conocidas cajas rurales.
No en vano, las 380 sociedades castellonenses lo son de todo tipo. Priman las agroalimentarias (hay 105) y las de crédito, a pesar de los procesos de fusión que las han reducido. Pero también hay de comercio y hostelería, industria, enseñanza, transportes y comunicaciones, servicios, energía eléctrica, gas y agua y construcción, según las cifras de Concoval. En total hay 326.380 socios castellonenses integrados, la mayoría en las cajas rurales.