Fomento bloquea la tramitación de la actuación al no haber previsto fondos para su construcción
El PP guarda silencio ante al Gobierno de Rajoy y ahora pide que la concesión de la AP-7 no se prorrogue, cuando Fabra y Moliner afirmaron que esta opción no es alternativa a la N-340
JORDI RUIZ CASTELLÓ El conflicto por el trazado del acceso ferroviario al Puerto de Castelló recuerda al que generó el proyecto de desdoblamiento de la N-340 en la pasada legislatura, aunque la intensidad de este último fue superior. La variante de la carretera nacional ha caído en el olvido y hace ya cinco años que los proyectos constructivos están en fase de redacción. El PP castellonense, que tan beligerante se mostró con el anterior gobierno socialista, guarda silencio ante el bloqueo del vial. Recientemente secundó una iniciativa en las Corts para reclamar que no se prorrogue la concesión de la autopista AP-7 más allá de 2019. Alberto Fabra y Javier Moliner advirtieron en su día de que liberar la AP-7 no puede ser una alternativa a la duplicación de la N-340, que consideraron una actuación irrenunciable.
La construcción de la variante de la nacional estuvo cerca de hacerse realidad pero la posición beligerante del Ayuntamiento de Castelló contra el trazado propuesto por Fomento paralizó el proyecto. La crisis se encargó de enterrarlo.
Desde el Ministerio admiten que los proyectos constructivos siguen en fase de redacción, una situación inaudita porque se adjudicaron entre el año 2007 y 2008. El que más avanzado está es el del tramo de Castelló, de 8,9 kilómetros, que se adjudicó en noviembre de 2007 por un importe de 752.316 euros. Siguen elaborándose los proyectos de obras de las variantes de Benicàssim (14,5 kilómetros) y Orpesa (6,2 kilómetros), ambos adjudicados en 2008 con un importe conjunto de casi 1,7 millones de euros.
¿Cómo es posible que los documentos no estén elaborados si el plazo no debía exceder los 18 meses? La explicación es que el Ministerio no tiene previsto a medio plazo construir la autovía, de ahí que haya congelado la tramitación administrativa en el momento previo a la licitación de las obras. Y así van ya cinco años.
Acuerdo en las Corts
El PP castellonense guarda silencio pese al bloqueo de la infraestructura. Y en este contexto surge de nuevo la posibilidad de liberar la AP-7. Las Corts Valencianes aprobaron recientemente por unanimidad reclamar al Gobierno central que no prorrogue la concesión de la autopista, que finaliza el 31 de diciembre 2019. La ministra de Fomento, Ana Pastor, se mostró receptiva y manifestó que no está previsto alargarla. Según dijo, las concesiones de las autopistas de peaje en la Comunitat Valenciana «tienen su tiempo, y llegará su momento y esa concesión se habrá terminado».
El rescate de la AP-7 es algo recurrente en Castelló. El exministro socialista de Fomento José Blanco ofreció esa opción como alternativa al desdoblamiento de la carretera N-340. Y se encontró enfrente al entonces alcalde, Alberto Fabra, y a su vicealcalde, Javier Moliner, quienes advirtieron de que una iniciativa no puede sustituir a otra. Según señalaron Fabra y Moliner, liberar la autopista no da respuesta al problema comarcal de tráfico, ya que entre Castelló sur y Orpesa sólo hay cuatro salidas en la AP-7, con lo que muchos desplazamientos intermedios no se realizarían por este vial de largo recorrido. Por ello, insistieron en la necesidad de duplicar la N-340 con un trazado que no genere impacto en el paraje de la Magdalena. Una reivindicación que ha caído en el olvido.