Infraestructuras admite que carece de presupuesto para cumplir los condicionantes ambientales en el Desert Alega que la carretera Torreblanca-aeropuerto cumple ya las mismas funciones.
NACHO MARTÍN CASTELLÓ La Conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente confirmó ayer que aparca de forma indefinida el proyecto del vial Cabanes-Orpesa -tras más de 13 años de paralizaciones judiciales y oposición ciudadana- debido a la falta de recursos económicos y ante la imposibilidad de cumplir los condicionantes ambientales. Además, el Consell dará prioridad a otras infraestructuras al considerar que la nueva CV-13 (Torreblanca-aeropuerto) ya cumple una función similar y puede suplir el polémico proyecto.
Infraestructuras explicó que los actuales problemas presupuestarios no permiten al Gobierno Valenciano asumir el coste de las exigencias ambientales impuestas en la nueva Declaración de Impacto Ambiental (publicada en agosto de 2011), con la cual el Consell intentaba desbloquear una carretera que ha sufrido reiteradas paralizaciones por su impacto sobre el sistema de cavidades y acuíferos subterráneos de Miravet, ubicado en el paraje natural del Desert de les Palmes.
No en vano, sería necesario realizar un modificado del proyecto original y, al parecer, la Conselleria de Infraestructuras no lo considera viable. «Habría que hacer toda una serie de modificaciones para cumplir los condicionantes ambientales, y en estos momentos es imposible, y la CV-13 ya cumple unas funciones similares a las que se esperaban de esta carretera».
De forma paralela, la Generalitat es consciente de que la nueva declaración de impacto ya ha sido cuestionada por el grupo ecologista Gecen, que advirtió que recurriría de nuevo ante los tribunales en cuanto se aprobara de forma definitiva el proyecto; dado que mantiene «los mismos impactos que ya hicieron que se paralizara judicialmente en su día».
El pasado agosto de 2011, la Conselleria de Medio Ambiente había autorizado el mismo trazado del vial Cabanes-Orpesa que se paralizó hace siete años (opción sur) y la propuesta no lo alejaba ni del paraje del Desert de les Palmes ni del sistema de cavidades y acuíferos subterráneos de Miravet.
Sin embargo, la nueva Declaración de Impacto Ambiental introducía un costoso abanico de condicionantes a cambio de que la Generalitat pudiera mantener un itinerario en el cual seguía insistiendo a pesar de más de una década de paralizaciones judiciales y oposición vecinal. Sin embargo, finalmente la Generalitat ha desistido y renuncia de forma indefinida a uno de sus proyectos que ha recibido mayor oposición ciudadana e incluso judicial en la provincia de Castelló.
Atrás quedarán ahora 13 años de controversia marcados por el proceso judicial que investigaba un presunto delito ambiental y por un gasto de más de 22 millones de euros en la ejecución de un tramo aislado de siete kilómetros.