Por algo menos de 7 millones de las antiguas pesetas, es decir unos 40.000 euros, se puede encontrar casa en la playa de la costa de Castellón. Un estudio sobre la situación inmobiliaria de la playa, sobre todo de municipios como Moncofa, Xilxes o Oropesa (dentro o fuera de Marina d’Or), desvela que la segunda residencia playera ya es apta para muchos bolsillos, aunque si antes eran los precios desorbitados ahora es la crisis financiera la que impide veranear en propiedad a un precio asequible.
Con todo, el mercado se ha reactivado “algo” durante el verano 2012. Y es que aunque la atonía de la demanda sigue ganando la partida en la crisis del ladrillo “estamos viendo que cuando realmente se han bajado los precios está comenzando a florecer una demanda incluso en la oferta de vivienda de segunda residencia”.
Quien habla es el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Castellón (COAPI), Francisco Nomdedéu, quien informa de que los precios de las viviendas en la costa han bajado hasta un 50 por ciento en la provincia de Castellón. “En estos momentos es perfectamente posible encontrar apartamentos en la playa por 40.000 o 50.000 euros, algo impensable hace unos años”, indica el máximo representante de los agentes inmobiliarios de la provincia.
No todas las plazas se cotizan al mismo precio. “Allí donde en el boom las grúas se chocaban, como Moncofa, Oropesa o Xilxes, es donde más han bajado los precios, incluso hasta por debajo de la mitad en algunos casos”, explica. La situación de necesidad es tal que el ajuste del mercado a la nueva realidad ha obligado a claudicar hasta a plazas tan emblemáticas como Benicàsssim, que “no han tenido más remedio que bajar precios para dar salida a la oferta, aunque bien es cierto que en este municipio es reducida respecto a otros” como los citados anteriormente, indica Nomdedéu.
También ha variado la tipología del cliente potencial. “Antes de la crisis muchas parejas jóvenes se interesaban por esta oferta de costa y ahora la mayor parte de los clientes potenciales son matrimonios de unos 50 años de edad que cuentan con ahorros suficientes para hacer frente a esta inversión y que en la mayor parte de los casos tienen su primera residencia pagada”, describe el presidente de COAPI.
Además, se ha ampliado el nicho de mercado ya que si antes la mayor parte de los clientes provenía de la provincia de Castellón, ahora el espectro es mucho más amplio y no sólo se detecta interés de clientes de otras provincias de la Comunidad, como Valencia,también de otras comunidades autónomas, principalmente Madrid y Aragón, así como también de mercados exteriores como Francia. “En su mayoría se trata de visitantes habituales a la provincia de Castellón que llevan muchos veranos viniendo en régimen de alquiler o a hoteles, pero que ahora ven la oportunidad de comprar un apartamento debido a la caída de los precios”.