La Federación Internacional de Tenis acaba de colocar a Gijón en ‘tie-break’. La celebración de la semifinal de la Copa Davis en la ciudad, cita prevista para los días 14, 15 y 16 de septiembre próximo, está, actualmente, en situación de muerte súbita. A los técnicos internacionales no les convence que Gijón no tenga hoteles de cinco estrellas y que carezca de aeropuerto……..  También que no sea capital, aunque esa condición sólo es imprescindible para las finales. Por ello, han solicitado más documentación de una ciudad a la que, por cierto, aún no han visitado, aunque los responsables políticos del Ayuntamiento de Gijón les esperaban desde el pasado lunes.

Según pudo saber EL COMERCIO de fuentes oficiales, la Federación Española de Tenis prepara nuevos informes con los que contrarrestar las reticencias de la Internacional, que tomará su decisión definitiva  a finales de la próxima semana. En el currículo gijonés, los máximos responsables del tenis español incluirán sus 5.000 plazas hoteleras, la mayoría de cuatro estrellas, así como la cercanía de las de máxima categoría, ya que sólo a ocho kilómetros está el Bal Hotel, de Quintes, una oferta exclusiva que también se encuentra en Oviedo, Avilés y Lastres.

Esa cercanía de uno de los condicionantes de la Federación Internacional, las cinco estrellas, se suma la gran disponibilidad hotelera del Principado, con lo que Gijón también cumple otra de las normas. Dice la Federación Internacional que la pista, que se ubicará en el parque de los Hermanos Castro, debe tener suficiente oferta hotelera en un radio de 45 minutos en coche. Ahí, aunque Gijón cuenta sólo con 5.000 plazas, para una afluencia prevista de 10.000 espectadores, el área central de Asturias, a distancias en coche de menos de 30 minutos, suman casi 17.000 plazas de las más de 30.000 disponibles en toda la región. De hecho, Asturias es líder en oferta de alojamiento en el Norte, sólo superada por Galicia, ya que dispone de más plazas hoteleras que Cantabria o, incluso, del País Vasco.

Respecto al aeropuerto, los directivos españoles explicarán a sus homólogos de la Internacional que la terminal asturiana se encuentra en Castrillón, a 45 kilómetros de la pista central, que se ubicará en el parque Hermanos Castro, y dotada de conexiones internacionales. De hecho, es internacional el aeropuerto asturiano puesto que dispone de control aduanero y conexiones regulares y directas con Londres, Lisboa y Ginebra, a las que se sumará París a finales de junio.

En esa línea, quizá deban recordarle, también, los técnicos de la nacional a la internacional que cada año ese aeropuerto acoge, en octubre, a invitados de todo el mundo, muchos llegados en su avión privado, con motivo de los Premios Príncipe de Asturias, y que Gijón fue ya sede de un acontecimiento igual de global que la semifinal que enfrentará en septiembre a las selecciones de tenis de Estados Unidos y España: el Mundial de Fútbol de 1982.

Oficialmente, de las discrepancias de la Federación Internacional no habla nadie. La noticia pilló completamente en fuera de juego a los concejales de Deportes y  de Turismo, Pedro Barbillo y Fernando Couto, respectivamente, quienes aseguraron ayer no tener constancia de esas reticencias, reflejadas en la web de un diario deportivo.

El secreto a voces es desconocido también, por ejemplo, por el secretario general de la Federación Española, Marcos Romagosa, quien aseguró a este periódico: «No tengo conocimiento de que la Federación Internacional haya tomado ninguna decisión contraria a Gijón». Más prolijo en declaraciones se mostró Manuel Galé, el presidente de la Federación de Tenis del Principado, quien sí es consciente de que «la Federación Internacional quiere hoteles de cinco estrellas, pero ya estamos nosotros para decirle que están muy cerca todas las plazas».

Gijón se juega con la Copa Davis ingresar 11 millones de euros, según los cálculos que habían realizado desde el Consistorio. Los 10.000 visitantes realizarían 15.000 pernoctaciones, con un gasto medio diario de más de 60 euros. Sin cuantificar queda el hecho de que, durante un fin de semana, los focos de todo el mundo estén puestos en Gijón, Nadal y los suyos. La Federación Internacional de Tenis tiene bola de partido.