Según las declaraciones de Pastor, el Ministerio de Fomento mantendrá el proyecto para facilitar la participación de varios inversores
Adif (Administrados de infraestructuras ferroviarias del Estado) se prepara para la próxima puesta en marcha de los trabajos de construcción del AVE a Castellón con la confianza de que el proyecto y los requisitos que se especificarán en el pliego de condiciones lograrán atraer el interés de varias empresas privadas.
Así lo manifestaban ayer fuentes de la entidad ferroviaria, dependiente del Ministerio de Fomento, pese a advertir que «todavía habrá que esperar a la licitación definitiva del proyecto para conocer el interés real de las firmas que deseen invertir en la alta velocidad», apostando porque serán «varias» las empresas que se presenten.
Por otro lado, desde Adif también apuntaron que ya son muchas las firmas que conocen en qué se basará la construcción de este nuevo tramo de AVE, puesto que la licitación de las obras para ponerlo en marcha «ya fueron publicadas en su día en los boletines de las Comunidades Europeas».
Un extremo que también se encargó ayer de recordar la titular de Fomento, Ana Pastor, durante el anuncio de la licitación para este mes de mayo de la alta velocidad a Castellón al afirmar que este trámite ya se ha realizado «en varias ocasiones, se adjudicaron las obras y nunca se llegaron a poner en marcha» porque «no había ni un solo euro para el proyecto».
Ahora, sin embargo, Fomento retoma este proyecto «maduro, para poner en marcha» con el objetivo de «terminar de vertebrar y cohesionar España en el 20 aniversario del AVE». Puesto que Pastor avanzó que este mismo año podría iniciarse una primera fase de las obras.
Sin duda, la rápida licitación de la infraestructura, tras meses viviendo un futuro incierto, parece indicar que no se modificará el proyecto presentado por el anterior Gobierno. Sobre todo porque las graves dificultades económicas por las que atraviesa la Administración -Pastor cifraba en 40.000 millones de euros la deuda del Ministerio de Fomento el pasado mes de febrero- obligan a hacer el proyecto lo más atractivo posible en pos de lograr inversión privada para llevarlo a término.
Y es que, no hay que olvidar, que el AVE a Castellón tendrán se financiará a través de la colaboración pública-privada en la que, a tenor de los proyectos similares que se han llevado a cabo hasta ahora, Adif se hará cargo del 40 por ciento, mientras que el 60 por ciento restante dependerá de un consorcio constructor que recuperará su inversión en 25 años.
Además, era la propia ministra quien ayer explicaba que «yo llevo toda la vida en la administración pública y siempre que he llegado a un sitio, todo el trabajo realizado, si se puede, se aprovecha y no se encarga una cosa nueva».
Un argumento más que se suma al escaso margen de tiempo para modificar un proyecto de estas características si realmente pretende licitarse en pocas semanas y que da pie a pensar de que el ministerio mantendrá las principales premisas ya aportadas por el Gobierno socialista, como la división en dos del contrato de construcción del nuevo tramo.
De este modo, un primer acuerdo englobaría los trabajos para la creación de la plataforma por la circula el AVE así como el montaje de la vía y la remodelación de la estación de Castellón para albergar los nuevos trenes, unas obras a las que se destinaría la mayor parte del presupuesto. Asimismo, quedaría otro contrato en que el que se incluirían las instalaciones de energía, la señalización, telecomunicaciones fijas y móviles, protección y seguridad.
Por otro lado, según se hizo público la última vez que se puso la infraestructura en marcha, se pretendía dividir los 65 kilómetros que separan Valencia y Castellón en múltiples lotes para que las posibilidades de participación de las empresas sean las más amplias posibles, tal y como afirmaron desde Fomento.
Y aunque entonces hubo cierto interés de la iniciativa privada para invertir en el AVE ahora queda saber si la apuesta de aquellas empresas -u otras nuevas- se mantiene y el Gobierno logra la financiación necesaria para hacer realidad la llegada de la alta velocidad, tal y como parece haber ocurrido ya con el corredor mediterráneo por el que un grupo del Golfo Pérsico, liderado por la empresa Rover Alcisa, ya se ha puesto en contacto con el Ministerio de Fomento.
Presupuesto global
Pese a la decidida apuesta del Gobierno con el anuncio, por parte de Pastor, de la próxima licitación del AVE lo cierto es que el convenio de colaboración público-privada obligará a esperar a la decisión de las firmas privadas para dirimir el futuro del proyecto.
Pues, aunque la ministra pretendía que las obras comenzasen este mismo año, tal y como aseguró el lunes en Valencia, los Presupuestos Generales del Estado para 2012 solo comprenden una partida de 30 millones de euros para destinar a la alta velocidad, aunque sea bajo la denominación de corredor mediterráneo, lo que representa apenas un cuatro por ciento del coste total del proyecto que asciende a 800 millones.
Cabe reiterar, además, que hasta ahora Adif se ha hecho cargo del 40 por ciento de la ejecución de los contratos en los que ha participado, abonándolos a medida que se certificaban las obras, los que supondría en este caso una inversión de unos 320 millones de euros.