Fuente: El Periódico Mediterráneo
EL ALCALDE DE CASTELLÓN ANUNCIA LAS MODIFICACIONES FISCALES PARA EL PRÓXIMO 2014
Se suprime la tasa del transporte adaptado tras un año y la de cajeros automáticos sube de un 15% a un 80%. La tasa de residuos se congelará al resto de vecinos y el IAE se reducirá un 25% a las firmas que creen empleo
Los ciudadanos de Castellón que sean titulares de propiedades inmobiliarias con un valor catastral inferior a los 79.000 euros recibirán el próximo año un alivio en sus bolsillos dado que el coeficiente del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) se reducirá del 0,85% al 0,80%. La rebaja fiscal que ayer anunció el alcalde, Alfonso Bataller, afectará a unos 45.000 de los 80.000 bienes inmobiliarios incluidos en el padrón del IBI. Con esa rebaja del tipo, el consistorio compensará a las familias con patrimonio de menor valor el alza anual de la ponencia de valores por la revisión catastral de hace dos años.
No es éste el único alivio tributario que ayer anunció Bataller, posible por “la mejora de la salud de la economía municipal y las medidas del Gobierno central”, dijo. También se rebajará el IBI entre el 5% y el 25% a entes sociales como fundaciones y oenegés.
El segundo gran anuncio que ayer lanzó afectará a la tasa de basuras, que se reducirá un 15% para las familias con todos los miembros en paro. En el resto de casos la tasa se congelará, por lo que no subirá ni el 1,4% del IPC.
El consistorio incorporará una nueva bonificación del 25% en el recibo del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) que se aplicará a aquellas empresas que acrediten haber generado empleo neto temporal en el 2014, siempre que los contratados estén empadronados en la capital.
Bataller también anunció una tasa especial de vados que costará un 25% menos de la tarifa ordinaria. “Queremos animar a colocar placas lugares que no impidan aparcar en la calzada, sobre todo en barrios periféricos”, dijo.
Aquellas entidades bancarias con cajeros automáticos en la calle deberán rascarse el bolsillo. En concreto, un 80% más –la tasa pasará de 285 a 513 euros al año– si el cajero está en el centro urbano –viales de primera categoría–; un 40% más si están en calles de segundo nivel –de 244 subirá a 342 euros–; y un 15% más si el expendedor de dinero está en una vía de tercera categoría, es decir, de 185 pasará a 213 euros.
En cambio, se eliminará la tasa que hasta ahora pagaban las empresas de telefonía móvil por su actividad, aunque la medida responde a la sentencia que anuló la ordenanza que fijaba ese cobro.
El primer edil también anunció una corrección en la tasa de ocupación de aceras por mesas, sillas y mercados ocasionales. Bajará un 10% para compensar la excesiva subida de este pasado, según admitió. En cambio, aumentará un 10% si esa ocupación hostelera se da en la calzada y obliga a quitar plazas de aparcamiento.
También confirmó la retirada de la tasa que pagaban unos 200 discapacitados por el transporte adaptado desde este año y que ha aportado en el actual ejercicio 70.000 euros de ingresos. Del mismo modo se suprimirán las tasas de cementerios, de tanatorios y de la grúa, ya que esos servicios lo explotan empresas privadas.
Bataller explicó que, pese a todas las nuevas bonificaciones, la recaudación global subirá en 3 millones de euros “al aflorar nuevos contribuyentes”. “La congelación de la mayor parte de tasas permitirá que no incrementemos la presión fiscal”, aseguró.
CRÍTICAS DE COMPROMÍS // Por su parte el portavoz municipal del Bloc-Compromís, Enric Nomdedéu, rebatió a Bataller y aseguró que la presión fiscal subirá “porque se recaudarán tres millones más que el año pasado”. “Pese a que el PP plantea rebajas en el coeficiente para inmuebles valorados por debajo de la media de la ciudad, la subida catastral hará que todo el mundo pague más IBI”, afirmó Nomdedéu.