La inclinación del edificio evacuado en Torreblanca alcanza los 35 centímetros

El bloque de apartamentos PradosLC014CM001.jpg II se hunde a un ritmo constante de 1 centímetro cada 2 o 3 días

ÁLVARO SALES TORREBLANCA El futuro del edificio Prados II de Torreblanca se mantiene en suspenso. La finca de apartamentos desalojada el pasado 25 de enero en Torreblanca continúa inclinándose a un ritmo constante. Desde que a finales de diciembre se detectaran unas grietas en la estructura del inmueble, el hundimiento del edificio ha sido uniforme y continuado y así se ha visto, una vez más, tras la última visita realizada por los técnicos. Los expertos han comprobado que el giro total de la construcción ha alcanzado ya los 35 centímetros.
Según explicó el arquitecto encargado de seguir las evoluciones del inmueble, Carlos Guillamón, los estudios que se han realizado en los últimos meses han puesto de manifiesto que la inclinación en la orientación sur de la finca es “regular”. Guillamón indicó que este inmueble, ubicado a primera línea de playa en Torrenostra, se mueve, de manera constante, 1 centímetro cada dos o tres días, lo que compromete su supervivencia.
Del mismo modo, el técnico contratado por la comunidad de propietarios de Prados II señaló que únicamente realizan una lectura semanal de los prismas que se han colocado en la cubierta del edificio para medir la inclinación de la finca, cuando antes se hacían dos. La razón de disminuir el número de visitas se debe a que la posibilidad de que la inclinación cese es cada vez más remota.

Una gráfica lineal
Los resultados que se extraen de cada comprobación siguen configurando una gráfica lineal. Estos gráficos confirman la tendencia desfavorable que apunta el arquitecto. “No hay picos”, detalló Guillamón, quien recordó que, en la actualidad, están a la espera de las conclusiones de otro estudio sobre el terreno en el que está alzado el segundo bloque de Prados II para tomar una decisión sobre su futuro.
“Tenemos que conocer los datos del estudio geotécnico para poder cerrar el informe que trasladaremos a la comunidad de propietarios”, afirmó el técnico. Estas mediciones, realizadas por una empresa especializada, determinarán las características del suelo sobre el que se erige el edificio.
Será entonces cuando el equipo que dirige Carlos Guillamón dispondrá de toda la información necesaria para poder concluir su estudio. El arquitecto recordó que puede llegar un momento en el que, a pesar de que el edificio todavía pueda ser recuperado, el coste de la rehabilitación podría ser mayor que el del levantamiento de una nueva edificación. Llegado este punto, se recomendaría derribar la finca.

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