N. M. 28/11/2012
Hace ya casi un año, el próximo 7 de diciembre, que el Banco Sabadell se alzó como quinto grupo bancario de España al sumar a su negocio el de la antigua CAM, segunda caja regional valenciana con sede en Alicante y extensiones en Valencia, Castellón y Murcia. Fue uno de los primeros golpes que sufrió el sistema financiero de la Comunitat y que ya entonces supuso perder un importante pilar.
Ahora todavía siguen los coletazos de las consecuencias de las fusiones, no solo de pérdida de poder de decisión en el propio territorio sino también en lo que comporta de reestructuración de oficinas, personal y marcas. En breve se va a producir el cierre de 360 oficinas y está aprobado un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 1.250 afectados, 963 voluntarias y 287 forzosas. Y es que, además, estos ajustes son condición de las instituciones europeas para remitir sus remesas de capital para sanear.
Con todo, también en estos procesos se han sumado clientes, de modo que en este caso concreto la entidad financiera catalana ha mejorado su posicionamiento y cuota de negocio en la Comunitat, mejorando además las maltrechas cifras de la CAM en 1.800 millones más.
Asimismo, esta misma semana se ha conocido que la Fundación del Banco Sabadell va a duplicar su presupuesto para aumentar su obra social en la Comunitat Valenciana y en gran medida lo dedicará a iniciativas culturales.