El alcalde de la capital, Alfonso Bataller, manifestaba ayer que «queremos las mismas oportunidades e inversiones que el resto de zonas de España». Y es que el AVE a Castellón parece condenado a seguir en el cajón de los proyectos pendientes. De hecho, las declaraciones hechas hasta el momento por la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, o el propio Verdeguer apuntan a que se descarta construir un proyecto de AVE entre Valencia y Castellón y, en su lugar, apostar por incluir la alta velocidad a través del conocido como tercer carril. Esto es crear un raíl nuevo en la plataforma actual para que los trenes puedan circular a 300 kilómetros por hora y sustituir de esta manera los Alvia.

De esta forma se conectaría con Cataluña y, al mismo tiempo, se abarataría el coste ya que el presupuesto anunciado para la alta velocidad a Castellón rondaba los 1.300 millones de euros. El único problema es que limitaría el tráfico de mercancías al tener que combinarse con el transporte de pasajeros, creando el conocido como cuello de botella.

Pese a que en distintas ocasiones se ha aludido a que el tercer carril no era la mejor opción para la provincia, todo apunta a que esta será la fórmula escogida si bien desde el Ministerio de Fomento se apunta a que se siguen estudiando alternativas. Las dudas quedarán despejadas cuando se presente el próximo 26 de septiembre el Plan de Infraestructuras del Gobierno central para los próximos 12 años.

El AVE a Castellón ha pasado por innumerables capítulos y la realidad es que hoy por hoy sigue siendo una incógnita ya que ni siquiera se conoce si se va a ejecutar. La ministra de Fomento, Ana Pastor, dijo en Valencia el pasado mes de abril que en mayo estaría licitado. Sin embargo, ahora mismo no se deja claro si quiera si se mantiene en pie el proyecto, lo que no quiere decir que no se vaya a contar con alta velocidad en Castellón.

Verdeguer volvía a insistir en que el AVE a la provincia llegará si se acomoda a fórmulas de financiación. Ya el anterior ministro del área, José Blanco, manifestaba que la ejecución de una plataforma de alta velocidad para Castellón dependía de la colaboración privada.

De hecho, si bien estaba incluido en los presupuestos de 2010, en septiembre de ese año se excluyó de los proyectos a ejecutar debido a los problemas del Ejecutivo para cumplir, ya entonces, con el déficit. De ahí que en la provincia de Castellón ya llueva sobre mojado y que no sorprendería que el Gobierno de Rajoy, ante las dificultades económicas, apostara por enlazar la alta velocidad con el llamado tercer carril y se aplazara crear un raíl exclusivo para el AVE.

Varios de los representantes políticos de Castellón siempre aluden al déficit histórico de Castellón por parte de varias administraciones. Y justamente, aluden a la comparación con zonas como Galicia, donde el Gobierno sí inyecta presupuesto en la construcción del AVE. De hecho, Fomento ha invertido más de 1.700 millones en la alta velocidad hasta la comunidad de la que es oriundo Mariano Rajoy.

El portavoz del Bloc en Castellón, Enric Nomededéu lamentaba que «en menos de un año el Gobierno del PP haya dejado fuera de su agenda todos los proyectos que tenía previstos» como por ejemplo el corredor mediterráneo de mercancías, la A7 «o el aumento del peaje de la AP-7», dijo.

El secretario general provincial del PSPV, Francesc Colomer, aseguraba por su parte que retrasar el AVE de Valencia a Castellón supone «paralizar el progreso y el futuro» de toda la provincia. Colomer lamentaba el «silencio» del PP de Castellón, cuando «está incumpliendo flagrantemente su compromiso electoral de licitar de inmediato el AVE».

El también portavoz socialista en la Diputación ha asegurado que, ésta es «otra de las mentiras del gobierno de Mariano Rajoy en materia de Infraestructuras, liderada por la ministra Ana Pastor y, de nuevo, desde el Ejecutivo se dejan relegadas las prioridades de la provincia». Además, considera una «burda excusa» justificar el retraso en la licitación por los problemas económicos y financieros.