Orpesa ha finalizado la cuarta y última fase de las obras de remodelación de las calles del casco antiguo, la zona más alta del municipio y más próxima al castillo que tiene un atractivo especial para los turistas y vecinos.
Los trabajos han consistido en la pavimentación mediante adoquines tras soterrar la línea telefónica y la eléctrica que, hasta el momento, discurrían a lo largo de las fachadas de las viviendas, afeando su aspecto de forma considerable. También se han realizado nuevas canalizaciones del agua, el gas y el alcantarillado.
Las obras de esta última fase se adjudicaron con un presupuesto de 227.964 euros y el 19% de la actuación estuvo sufragada por la Diputación de Castellón, mientras que el resto de inversión corrió a cargo del Ayuntamiento de Orpesa, en concreto, el 81%. Los viales San Antonio y San Miguel han sido los últimos en recibir el lavado de cara y la ejecución se ha desarrollado en seis meses, según indican fuentes municipales.
El alcalde, Rafael Albert, detalla que el principal objetivo de la actuación es “devolverles a estos rincones el aspecto de antaño”. Por ello, el consistorio diseñó este plan con el fin de mejorar los entornos urbanos y que se potencien actividades públicas y privadas en la zona, ya que se pretende mantener viva el área y acometer las mejoras que sean necesarias.
La rehabilitación de la parte más antigua e histórica del municipio ha sido una de las principales apuestas del equipo de gobierno, que durante los últimos años se ha hecho patente a través de la puesta en valor de viales conocidos como Doctor Alemany, San Jaime, Horno o la plaza de la Iglesia de la Mare de Déu de la Paciència, que se han podido llevar a cabo también gracias a la ayuda de los planes de obras y servicios (POYS) de la Diputación de Castellón, como el de este ejercicio.
MAYOR PROMOCIÓN // La principal finalidad de este tipo de trabajos es dar a conocer las zonas más recónditas del municipio a los visitantes y que se conviertan en un atractivo turístico más para los miles de veraneantes que acuden atraídos por el sol y playa. Y es que, el casco antiguo todavía es desconocido para muchos y posee numerosos encantos, del mismo modo que se potencian las visitas al castillo de Orpesa