FUNDACIÓN MARINA D´OR Informa: COMUNIDAD VALENCIANA
Fruto de la colaboración entre la Fundación Marina d’Or y la Institución Miláy Fontanals dela Agencia EstatalConsejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC–IMF) se ha realizado el estudio del mango de una hoz fabricada sobre una asta de ciervo durante el periodo neolítico en el yacimiento de Costamar (Cabanes, Castellón).
La herramienta tiene una longitud de 37 cms y en la parte distal conserva uno de los extremos apuntados del asta que habría servido para recoger las espigas. Este tipo de hoces, de las que hasta el momento solo se conocían las recuperadas en el yacimiento deLa Draga(Banyoles, Girona) que estaban realizadas sobre madera, se caracterizan por presentar una ranura en la cara superior con el fin de introducir una lámina de sílex insertada en diagonal.
Según los doctores Juan F. Gibaja y Juan José Ibáñez, investigadores del CSIC-IMF que han analizado la pieza, “La hoz se utilizaría sujetándola por la zona proximal y acopiando los tallos con el apéndice transversal y recogiéndolos con la mano. En ese momento se giraría la hoz 90º, de manera que los tallos se podrían cortar con la lámina que debía estar enmangada”……….
El análisis de la hoz, en el que ha colaborado el arqueólogo de la Fundación Marina d’Or, Enric Flors, se ha realizado en el marco de los proyectos: Ministerio de Ciencia e Innovación (HAR2011-23149) y The European Research Council (ERC-AdG-230561). Los resultados de la investigación han sido publicados en la prestigiosa revista Antiquity bajo el título “An antler sickle from the Neolithic site of Costamar at Cabanes (Castellón) on the Mediterranean Spanish coast”. El artículo puede consultarse en Antiquity. Project Gallery. Volume 86, Issue 332, June 2012, http://antiquity.ac.uk/projgall/gibaja332
Asimismo, se han dado a conocer también dos nuevas dataciones de C14 obtenidas por el doctor Domingo C. Salazar-García, del Department of Human Evolution, del Max-Planck Institute for Evolutionary Anthropology (Leipzig, Alemania) que ya colaboró en la monografía que recoge los resultados de las investigaciones de este yacimiento, confirmando la primera fase de ocupación entre el 4990 y4786 aC.