El dueño de la ciudad de vacaciones se concentra en su negocio turístico ante la falta de inversores para su proyecto estrella, Marina d’Or Golf, aprobado hace casi tres años.
Pese a la fama de vendedor nato del fundador y dueño de Marina D’Or, Jesús Ger, la situación del mercado inmobiliario español sigue soplando en contra de su mayor proyecto, la macrourbanización Marina D’Or Golf, entre los municipios castellonenses de Oropesa y Cabanes……
Tras los coqueteos del empresario castellonense en el Golfo Pérsico y su intento de última hora de sumarse a Madrid y Barcelona en la puja por Eurovegas, el propio Ger reconoce ahora que no es el momento para poner en marcha esa actuación urbanística, que fue aprobada hace un par de años. El presidente de Marina D’Or aseguró ayer que sigue a la búsqueda de inversores para el plan urbanístico y turístico, pero que hasta que “no se tranquilicen los mercados” es una misión más que complicada.
Las dimensiones de Marina D’Or Golf, con casi 19 millones de metros cuadrados de terreno, dejan pequeña la actual ciudad de vacaciones del grupo en Oropesa del Mar (Castellón). La macrourbanización aprobada en 2010 tras más de un lustro de tramitación y pugna con otros promotores incluía tres campos de golf, siete grandes hoteles tematizados –algunos como París, Venecia o Hollywood, muy similares a los casinos de Las Vegas Sands- y varios parques de ocio, con 35.000 viviendas.
Una nueva ciudad de vacaciones que exige 6.000 millones de inversión y un plazo de ejecución de tres décadas. Pese a que Marina D’Or planteó iniciar algún campo de golf y hotel mientras acometía la urbanización, la falta de financiación ha hecho que sus espectaculares maquetas sean lo único que se ha construido del complejo.
El negocio turístico, la alternativa “Lo que vamos generando lo vamos utilizando para mejorar lo que ya tenemos en funcionamiento, que es la ciudad de vacaciones de Oropesa. Eso es inteligencia competitiva”, señaló ayer Ger. Esta estrategia supone concentrar sus esfuerzos en su negocio turístico y hotelero y dejar en hibernación su actividad inmobiliaria, el motor del grupo durante la última década.
El empresario estimó ayer que en 2012 las ventas de la ciudad de vacaciones aumentaron un 8% respecto al año pasado, aunque no concretó las cifras ya que se está realizando el cierre contable. En 2011, Hoteles Marina D’Or, la sociedad del grupo que aglutina la actividad del complejo con cinco hoteles, su balneario y varios parques de ocio, facturó 34,56 millones de euros, aunque desde el hólding aseguran que el dato no es comparable al incluir otros extraordinarios más allá de la actividad hostelera.
Ger señaló que ante la campaña de Semana Santa cada vez cobra más fuerza la tendencia a las reservas de última hora. “Hasta ahora tenemos más reservas que el año pasado, pero dependerá de factores como la climatología”, añadió. El empresario, que ayer firmó un acuerdo con los campings de Castellón para comercializar los servicios de la ciudad de vacaciones a sus clientes, también volvió a defender el aeropuerto de Castellón y mostró su confianza en que pueda funcionar este año porque considera que “cuesta menos tenerlo abierto que cerrado”.