Miles de orpesinos, junto a multitud de personas de toda la provincia que visitaron la localidad, vivieron ayer a lo grande la penúltima jornada de las fiestas en honor a la Virgen de la Paciencia, que acaban hoy.

Los festejos taurinos volvieron a tomar la ciudad, incluyendo incluso los actos del día anterior cancelados por la lluvia, entre los que destacaban los tres toros bravos: Corsario, número 64 guarismo 8 del hierro Herederos Excelentísmo Conde de la Maza; Polizón, número 8 guarismo 8 de Germán Vidal; y Bailador, número 17 guarismo 9 del mismo hierro de Cabanes, que se desencajonaron en la plaza de toros tras la exhibición de toros y vaquillas…….

Por la mañana, los fieles seguidores de los encierros volvieron a congregarse para contemplar el encierro de primera hora, después de haber cogido fuerzas con el chocolate y la bollería repartida frente al parador de fiestas, y la posterior entrada más tarde, a las 13.00 horas de reses de la ganadería de Miguel Parejo de Cabanes. Mientras, por la noche, se procedió a la embolada de varios astados en una velada masiva en la que también hubo vaquillas.

DE COMPRAS // La mayoría de asistentes a las celebraciones aprovecharon para pasearse y comprar algunos de los múltiples productos artesanales que ofrecen los puestos de la feria medieval, que fue inaugurada durante la mañana de ayer por autoridades como el alcalde, Rafael Albert, el edil de Fiestas, Dimas Albert; y la reina y las damas en la plaza Doctor Clará, aunque la noche del viernes ya fueron muchos los que pasaron por el original enclave.

Los jóvenes, además, tuvieron cómo pasárselo bien con el concierto de grupo Lagarto Amarillo, una fiesta remember de los años 90 con animadas sesiones de pinchadiscos, otra de ritmos latinos y la disco-móvil con drag queens. Además, anoche fue el turno del divertido juego de la Cagà del Manso, que tanto revuelo y éxito está suscitando con sus apuestas en otros municipios.