las provincias
Aerocas no sabe si la infraestructura podrá operar en mayo pero vincula el futuro de los golfs a la puesta en marcha de la base
El aeropuerto de Castellón ya aparece en todas las cartas de navegación internacionales pese a que, hoy por hoy, la fecha de su apertura es todavía una incógnita. De hecho, desde Aerocas, la empresa pública que se encarga de gestionar su puerta en marcha no se garantiza que pueda estar operativo en mayo, que es la última fecha dada por Carlos Fabra.
Lo cierto es que la distribución de este documento (que refleja las rutas que deben seguir los aviones y facilita las ayudas, procedimientos y datos imprescindibles para los pilotos) en el sistema aeronaútico internacional puede considerarse un paso más para la puesta en marcha del aeropuerto castellonense que, si bien todavía debe recorrer un largo camino para su puesta en marcha, ya tiene presencia en el mapa.
Un modo de dar a conocer que, como Teruel, Castellón también existe y poder llevar a cabo los proyectos turísticos de la provincia, como los famosos campos de golf. El director de Aerocas explicaba que «la historia de que debe ser antes, si los hoteles o el aeropuerto es como la de ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? Los inversores afirman que sin infraestructuras no ponen el dinero y las administraciones no ponen las infraestructuras si no hay hoteles, al final aquí la administración cortó el círculo y apostó por el aeropuerto».
De hecho, para Aerocas el desarollo de los famosos campos de golf de Castellón dependen en buena parte de la puesta en marcha de la base de Vilanova.
Así esta obra, «de apenas 150 millones de euros», en el momento en que se ponga en funcionamiento abrirá, para García Salas, «una puerta de entrada para los ciudadanos del norte de Europa, que son los que interesan porque allí ya están saliendo de la crisis». Y eso que él mismo reconocía que el presidente de Air Berlin le dijo que «la gente no conoce Castellón».
Este de hecho es, para el director de la promotora del aeropuerto, uno de los mayores lastres que arrastra la provincia poniendo énfasis en que el turismo es el único medio para salir de la mala situación económica. «Tenemos que vender lo que tenemos y, en este momento el único sector que no tiene crisis es el turismo, por eso es el que hay que invertir», dijo tras lanzar un órdago a la administración pública: «tenemos el mismo derecho que otros a tener un aeropuerto y que las administraciones nos dediquen tiempo y dinero y Castellón deje de ser la gran olvidada de España».
Lo que se traduce en tiempo para estudiar y dar respuesta a los informes presentados para dar viabilidad a la infraestructura, un procedimiento todavía pendiente de la inspección de los técnicos de AESA y del Ministerio de Fomento que tiene pendientes aún dos informes, y dinero para facilitar tratos con compañías aéreas, como Ryanair, y touroperadores, ya que lo más probable es que el aeropuerto de Castellón sólo funcione con vuelos charter.
Una teoría que, de todos modos, avaló también García Salas al dejar claro que esta infraestructura no está hecha para que viajen los vecinos, «está hecho en un 99 por ciento para traer turistas. De España sólo se sale por Madrid y Barcelona y va a seguir siendo así porque poner una línea regular de Castellón Barcelona no es rentable, el pasajero no pagaría el precio del billete porque es muy caro y eso, al final, nos sacaría del mercado».
Un mercado en el que, por otro lado, todavía no aparece el aeropuerto castellonense por la dilatación del proceso para su apertura, más ahora que el Consell rompió el contrato con la gestora, Concesiones Aeroportuarias, y debe buscar un sustituto que se haga cargo, entre otras cosas, de control de la pista y la plataforma. Uno de los puntos que quedan por cerrar tras anunciarse que está a punto de adjudicarse el control del tráfico aéreo a Saerco.
Al respecto, el director de Aerocas afirmó que la propia promotora aeroportuaria «podría gestionar esta parte, yo mismo estoy calificado para ello si se contrata más personal para ello, pero espero que al final optemos por adjudicarlo a uno de los muchos gestores que también pueden hacerlo «como Aena, que gestiona varios aeropuertos en México y otro en Colombia, Aéroport de Paris o British Airport Authority». Además, para conseguir los permisos Aerocas se verá obligada a replantar los terrenos vegetales (césped y flores) «una obra que nos costará cuatro millones de euros y que yo personalmente no haría porque en ningún modo es necesaria para los aviones».