ÁLVARO SALES ORPESA 
Un espectacular castillo de fuegos artificiales puso anoche el punto y final a las fiestas en honor a Sant Jaume de Orpesa. Desde el pasado martes vecinos y visitantes se han volcado para homenajear al patrón de la localidad y mostrarle su devoción en unos días repletos de actos lúdicos abiertos a todos los públicos.
Los toros, la gastronomía y las actividades infantiles han tenido un peso fundamental durante los festejos. Las celebraciones de este año han contado con más participación si cabe de turistas. Es habitual que durante la exhibición de toros embolados en la noche del viernes se tenga que cerrar la plaza por motivos de seguridad. Lo que no lo es tanto es que también se haya tenido que hacer en la gincana del Grand Prix del miércoles debido a la masiva presencia de público. Además, el recinto taurino ha presentado una gran entrada todas las tardes, cuando normalmente se acaba llenando sólo los fines de semana. Como en la mayoría de municipios de Castelló, los toros han tomado un papel esencial en la programación. A partir del jueves el recinto de encierros y la plaza se convirtieron en el epicentro de la fiesta con las sesiones taurinas de mañana, mediodía y tarde. Los asistentes han disfrutado de los típicos encierros al estilo “orpesí”, que podrían pasar a ser considerados como de interés turístico autonómico.